El último clavo.

Estoy enamorado,
y a esta altura,
que son miles de besos​

sobre el suelo,
lamento decir
que olvidé el paracaídas.​

Que olvidé el descenso
durmiendo sobre el borde de tu boca
y cuanto dolería
si tu boca lo pedía.


Hace tiempo
perdí mis alas
y no pude vivir más
en el ático de tu rostro.


A mordidas,
limpiaron mi espalda
y con desprecio
movieron mi equilibrio
y caí,
más abajo de tus tobillos,
a penas librando el infierno.


Hace tiempo decidí
que volar no era para mí
y que si algún día
volvía a desprender
mis pies del pavimento
sería cargando en mi espalda
un pesado paracaídas.


Y hoy me entristezco
porque me mira el vacío
con burla y paciencia
y yo me aferro a tus mejillas
en cada beso,
en cada remolino que nace de tu mal humor.


Porque caer
de nuevo es inevitable
y vivir después de eso
es incertidumbre.


Cegaste mis ojos
y metiste violines en mis oídos,
me enamoré
sin recordar mi promesa.


Escalé mis besos,
subí tu ombligo
y dormí incontables noches
en tu pecho.


Dime,
musa de la luna,
cuanto dura lo eterno,
por que te necesito
y mis días
me parecen vidas
que no paso a tu lado.


Mariposa de mis sueños
comprende mi temor
y aguárdame bajo tus parpados,
ahí,
juntito a tus sueños.


Y si algún día
resbalo por tus mejillas
o sueltas mis manías
y caigo
sobre todas mis heridas,
no me mires más
y abandona la esperanza.


Que si bien no muero
haré que cierren
con clavos la caja
donde pondré mi cuerpo,
que es tu recuerdo,
vida de mi vida
para no volver la mirada hacia arriba
donde está tu rostro
alejándose de mis días.


Y quiero que seas tú
el último clavo
que traspase mi piel
y llegue al corazón.


Porque quiero que seas tú
quien sepulte mis sueños
bajo la huella
que dejan tus tacones.


Estoy enamorado
y desde esta altura
donde puedo tocar tu cielo
me seduce el infierno,
y a mí,
poeta sin alma,
solo me queda rogarle a las estrellas,
que la eternidad,
esa que sellaste en mis labios,
no viva
bajo uno de tus parpadeos.


©NicolásRangel/Reservados todos los derechos. Noviembre, 2016.​

 

extenso poema para decir muchas cosas bellas...
saludos

 

No me gustó el ritmo de la poesía, aunque noto a los versos cargados de sentimientos. Destaco especialmente la siguiente estrofa:

Salú!

 

Muy bello, como todo lo que te leo. Un abrazo. Paco.