Otoño

Lejos del papel de escribir
un hombre pasea bajo los árboles,
desearía escribir un poema
pero se fue a pasear al bosque
y al llegar a su casa
abrió el cajón de su escritorio
y no encontró papel,
halló hojas muertas
a las que dio sepultura
escribiendo un poema en ellas,
el poema del silencio
del que hay que aprender
cuando con el pie y el ser se pisa
las letras que en el sendero
encontró escritas en él.

 

Claro... El poema estaba fuera de casa. Muy bien. Hay que salir a pasear. E incluso, viajar.

 

O sea que encontró las letras escritas en el sendero, pero no sé si son las mismas letras que transcribió sobre las hojas moribundas a las que dio cristiana sepultura. Todo un dechado de imaginación.
Felicitaciones.

 

Gracias Nommo. Estoy pensando en sacarme la tarjeta dorada de renfe, jeje.

 

Yo tampoco estoy muy seguro, amiga Eratalia, va sobre las hojas de los áboles y los folios, de la libertad del viento y la cadena de una habitación o silla. No me hagas mucho caso.
Gracias por tu comentario.

 

Gracias, libélula. La imaginación la tienes tú en tu prosa y poesía-

 

siempre te echo de menos aunque la filosofía no es lo mío, saludos amigo