Muchacha eterna II

Cálida.
Rúbrica.
Firma.
Firmamento.

De su puño y letra. Me detengo y la examino. Veo sus estrellas.

Divina.
Centro.
Punto de encuentro.
Discoteca.

No hace falta emigrar hasta la Meca.

La atesoro.
La mejoro.
Se me escurre, porque se aburre.
Con sus cuentos complicados, me aturde y me golpea.

Amén: Que así sea. Si le perdono, ella será Dora, y yo, Botas, el mono.





Dorotea.
Que campa a sus anchas.
Mostrando a los niños una sonrisa sin mácula o mancha.
Yo le pregunto: ¿ Cuándo creces ?

¿ Por qué me pareces plan de Futuro, que no es hiedra que trepa por el muro ?

¿ Por qué no te asomas a la aristocracia ?
¿ A qué estás esperando ? No me hace gracia.
Tantos dibujos animados, y no saben que existimos.
Estamos bailando un Tango argentino.

Creí que era Pandora, pero es Dora, esa muchacha eterna.

 

Encantador el dibujo de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Nancy, muchas gracias, y muy amable por tu parte.
Resolvemos el enigma de la infancia, la adolescencia, la Juventud y la madurez.
Que son las cuatro caras de la pirámide egipcia.
Atribuyéndole a Dora, poderes sanadores y creativos.

 

Un poema que me deja meditando, como todo lo que de ti tengo el agrado de leer,un placer pasar y disfrutar de tu poesia, un abrazo afectuoso desde chile,saludos poeta.

 

¡ Gracias a los dos !
No esperaba tan cálida acogida, por parte de mi respetable público.
Luego, firmaré autógrafos.
Gracias, gracias.

 

Me pareció un poema muy tierno y lleno de luz, para esa muchacha que sigue siendo niña en sus cuentos, es un placer leerlo estimado poeta, saludos cordiales

 

Gracias, Lunah.
Ya, se me acaba la ternura.
Estuvo bien, mientras duró.

 

jejejej... vaya Pandora y Dora lo único en común es que riman de forma consonante, una es conocida por desobedecer y abrir la caja y solo poder atrapar la esperanza.. la otra es una niñita que boyscout...
saludos

 

Pero tienen algo en común. Que son ¡ Explosivas !