El Guadiana - soneto-dedicado a Vicente Fernandez

A orillas del Guadiana yo me olvido
de mis penas, oh que feliz descanso
tan feliz que parece haber salido
de su escondite el propio Garcilaso

a mirarse conmigo complacido
en su espejo de plata puro y manso
seas pues si me escuchas bien venido
a la paz, dulce paz de este remanso

A orillas del Guadiana ningún ruido
solo el canto de algún grillo si acaso
me molesta y me duermo en el sonido

de su verso cansado y aburrido
desde que sale el sol hasta el ocaso
en que me voy lo mismo que he venido

 

Pero bueno, Marga, me dejas sin palabras. ¡Nunca fuera caballero de dama tan bien servido! Este permanente y emocionado aprendiz de poeta no merece un soneto de tan bella factura.
¿Es un regalo de Navidad?

Muchas gracias, querida amiga por alegrarme la noche.

Mi abrazo estremecido.

 

¿ Aprendiz de poeta?¡ no me lo creo por lo que he podido leer tuyo!, yo si quisiera en el poco tiempo que tengo aprender del señorío, elegancia y estilo de tu pluma y nada más,mira que se me da mal contestar mensajes, expresarme, no tiene arreglo, fruto de no dialogar con nadie,aquí apartada, en estos parajes que parecen la selva..., ni coger un libro en años, la próxima y última de árboles es la -la jara-, y sé que lo tengo muy oscuro, ya han pasado dos días y no me sale nada,voy a tener que abandonar el intento o el intento me ha abandonado a mí, un beso, y otro más, marga,p.d: es una de mis poesías que más me gusta,para un poeta de los que más me gusta,