Epístolas.

Amo tu dulzura.
Tu Felicidad.
En la Literatura, sin promiscuidad.
Y tus laberintos recorro, y para mí, no son ningún engorro.


No es tarea pesada, esa expedición.


A veces, debo comerme algunas palabras nuevas, para mi vocabulario.
Y otras, la estrategia que sigue el autor de los versos, ya la conozco de sobra.
La he vivido. La he mamado. Ese barco, en mi mente, zozobra.
Se hunde y dejo de leer. Decido que es propio del parvulario.


¡ Inocentes ! Presumo de mucha veteranía.


Pero me doy cuenta de que soy pobre, si me comparo con otros.
Siempre sube y sube. ¡ Ándele, ándele ! ¡ Arriba, arriba !
Speedy Gonzales es un ratón que no necesita conducir un BMW.
Yo, a mi ritmo. Discurro. Conozco mis límites, y no los rebaso.


Ya, no me duele tanto el orgullo, si fracaso.

 

bastante femenino................

 

SObre todo cuando hay fracasos ante los que realmente uno no tiene opción. A veces más que fracaso es aprender a sobrellevar la frustración.

 

Pues sí. Puedo ser femenino. Je, je, je.
Para mí, no es un fracaso.
Sino una opción.
Porque el destino no es tanto, azar, sino opción.
Y Fingal, ¡ Oh, la frustración ! Dios mío, yo la transformo en furia.
Es mi problema. Debo admitirla. Al igual que la tristeza. Pero es que...
Yo soy un guerrero nato. No lo puedo evitar.
Y claro, me pongo muy nervioso.
Menos mal que puedo ser femenino, que si no...
Me convertiría en un monstruo.