Merece la pena ser palabra

Hemos matado

al eco del silencio,

merece la pena ser palabra

cuando el tiempo calla,

cuando la búsqueda tiembla,

cuando los pasos se duermen

en el borde del camino,

nunca siempre nunca

vuelven las sonrisas,

son otras las que esperan

en la mano de una lágrima.

Cuando un verso abre los ojos

el mar escucha vida sobre vida,

la voz que siempre vuelve

para sembrar de ti tus días.

 

Sembrar de ti, tus días. Como si el lector fuera una planta.
Está bien. Somos vegetativos. Robustos y leñosos.
Los árboles escriben Poesía.
Eso es, si se desarrollan como civilización.
Pueden moverse, entonces, arrastrando sus raíces, por las regiones del mundo.





Pero eso no ha sucedido en nuestro planeta. Sí, en otros.

 

Sembrar la playa de recuerdos, de olas interminables que se derraman por los ojos, un mar profundo de congoja que arrolla el alma. ¡Triste pero bellisimo poema! Un placer disfrutar de la inmensa calidad de su poesía, Paco, reciba la más cordial felicitación y saludo.

 

Gracias amigo Nommo. Un abrazo. Paco.

 

Gracias amigo Daniel por tu visita y comentario. Un abrazo. Paco.