Un Trasgo

Prisionera soy de un trasgo que se ha hospedado en mi espalda.
En la luz me nubla el alma y a mis sueños devora con incógnitas ansias.
Se ha obstinado en hacerme daño, en derretirme mientras vivo;
soborna así la oscuridad para que se adueñe de mí
Y de mi huya la libertad.

En las noches lúgubres me penetra con violencia.
Me ata, me lía y sin piedad deglute mi conciencia.
Mi mente batalla noche y día
y el sudor de mi cuerpo evapora mi prudencia.
Aniquila mis sentidos;
mi poca Fe la desvanece en la ambigüedad,
de estar viva sin saber cuál es el propósito de mi existencia.

Le pregunté a Dios ¿porque me abate de esta forma?
Si es TODOPODEROSO ¿por qué no interviene?
con solo soplar lo arrebate…lo demuela;
y entre ríos de lágrimas me pregunté ¿Me faltara Fe o Ciencia para entender?
Si la lujuria nunca me venció, la avaricia nunca me tocó
Ame al prójimo más que a mí misma. ¿que hice le pregunté?
Mientras el trasgo se tomaba un trago de mi amargura.
Sonreía y me volvía a decir… “prisionera eres de mí”…

 

Como un ser tan pequeño puede apoderarse de ti. La imaginación vuela y la inspiración se hace dueña
de tu pluma. Un saludo cordial desde Venezuela.

 

no es el tamaño que importa es de que esta hecho -de malicia maldad y demoniacos intenciones.
gracias por tu comentario besos desde NY

 

Me ha gustado este poema. La forma en que expresas el dolor, las dudas, la angustia, etc. Las figuras usadas, creadas. Pero, más allá de los recursos, se nota que es real, que estás viviendo tal situación. Genial, saludos.

 

Me agrada que te haya gustado.
No necesariamente estoy viviendo eso pero si lo escribí como si lo estuviera o como si alguna persona también lo estuviera.