Los pasos de la vida

El corazón se me llena de llanto

cuando la felicidad se echa de golpe encima

y un trasfondo de pena me nubla los ojos,

posándose en mi pecho,

no sé si como dolor

o como etapa perdida,

pero aún así

no quiero quedarme,

aunque fuese duro,

sin ninguno de los pasos de la vida

que me toque dar.

A veces el azahar

el sol y la luz

me duelen tanto

que prefiero no verlos,

sólo recordarlos

como un cuento de niña

que nunca fue verdad

y que se añora sin pena.

La luz anida dentro de mi alma

como la oropéndola,

desde el suelo

y entre las cepas

con cintas para que se balancee el nido,

y como el nido,

mi alma se columpia

de la plenitud a la añoranza,

pero en la luz.

absorbiéndola,

sólo por mi pensamiento

y convirtiéndola en vida,

en mi vida;

asiéndome a ella,

aunque muchos días

no se asome a mí,

ni siquiera al pensamiento

y viva,

como los culantrillos,

en un pozo

captando las pocas lanzas

que del azul caen

rozando sus hojas apenas.

 

Añoranzas y sentido para que el pensamiento se
balancee en esa armonia que melancolia planea.
lucha interna para captar derivaciones que asolan
el pensamiento entre nostalgial de cromatismos
perdidos.
felicidades. me ha gustado mucho los perfiles
sensoriales de la obra. saudos siempre de luzyabsenta

 

Como siempre me llenas de aliento
un abrazo
maria