Los espejos (Tercetillos)

Mis ojos en el espejo
son ojos ciegos que miran
los ojos con que los veo.

Abel Martín en “Los complementarios”
Antonio Machado
​

Los espejos

I

No buscaré en el espejo
respuestas a mis preguntas
porque en él todo es silencio.

II

¿Qué verdad guarda el espejo
si con la luz apagada
se ha quedado todo negro?

III

A mí me sirve el espejo
para saber claramente
la soledad que yo tengo.

IV

Si me insulta algún espejo
al apartar la mirada
con frialdad yo me vengo.

V

No ocultarán las mentiras
los espejos si se rompen,
que luego las multiplican.

VI

¿Es compañero el espejo
que te ha contestado siempre
lo mismo que estás diciendo?
​

 

El espejo nos habla de los sentidos, para cada dimensión.
Cada dimensión tiene dos sentidos.
Hay once dimensiones en total.
Y por lo tanto, 22 universos paralelos.


Por ejemplo, Norte o Sur.


Adentro o afuera.
Lo macro y lo micro.
Arriba o abajo.


Comer o beber.


Magia o ciencia.
Alegría o placer.
Santidad o castidad.


Estupidez o nobleza...


Sabiduría o riqueza.
Justicia o decrepitud.
Marica o machote...

 

Gracias por acercarte a estas letras y dejar tu huella, estimado compañero.
Con mis saludos cordiales.
Salvador.

 

Precioso poema dedicado al espejo que me ha encantado leerte. Un abrazo amigo.

 

Muchas gracias, amiga Paloma, por acudir a este espacio con tu amable comentario.
Te mando un abrazo.
Salva.

 

Pues sí, en realidad son solo eso, querido maestro. Aunque, como dices, muchas vueltas les hemos dado.
Te mando un abrazo muy fuerte y agradecido por acompañar con tu comentario estas letras.
Salvador.

 

Estimado Salvador, su poesía es extraordinaria y profunda, pero no de esa profundidad que nos confunde, sino de la que llega al alma y nos traspasa, nos amolda a sus palabras y nos muestra el verdadero camino que contienen sus versos. Cada estrofa nos baña el corazón de su filosofía y deja el interior reflexionando.
Le felicito y le agradezco de corazón por mostrarnos tan sublime versar.
Con respeto y admiración:
Darío.

 

Con todo agradecimiento recibo este comentario amable que llega a engalanar estas letras mías, querido Darío. Su consideración me llena de satisfacción y lo que dice, tenga a por seguro que lo hago recíproco pues siento una gran admiración por su buen hacer poético que nos depara y deparará muy buenos momentos de lectura.
Le mando mi saludo muy cordial anclado en la admiración.
Salvador.

 

Hay un espejo, amigo,
que siempre que rompe nace,
ese espejo tu conoces,
y de el, mucho tu sabes.

Disfrutando de tu buena poesía.
Tu amigo

Alfonso

 

Mucho sé, efectivamente, de ese espejo que no se haca añicos y que, como dices, aparece y a parece inmenso, ese espejo que tanto te ha inspirado.
Con mi abrazo muy fuerte.
Salva.