Flash Gordon.

Ya te has visto ante el Amor-Bondad, desnudo.
Y te visto, para que seas decente.
Que no se te lleve el viento, de repente.
Mejor, disfrazado que avergonzado e iracundo.


¡ Tiempo ! Eres persona grata, amor raudo y Flash Gordon de mis entretelas.





Eres de lo que no hay, pues eres época.
Conoces a mis cuatro abuelos, y llegarás más lejos que mis nietos.
Cinco generaciones y tú, comiendo pipas de girasol, como un guacamayo rojo y verde.
Perfeccionista, conservador, tímido y exigente.





Memoria fotográfica, y amante del clima y del ecosistema o medio-ambiente.


Eres mi hijo y yo, tu madre futurista que al Pasado regresa.
Para vigilarte, en el gimnasio donde mi Flash Gordon hace pesas.
Salvador del Universo, que es película de cine y necesita siglos y milenios.
Si no, no habría avances tecnológicos o psicológicos y espirituales; ni destrezas o ingenios.


Estarían todas las escenas, en cada planeta habitado, congeladas, en pausa permanente.


¡ Tiempo ! Eres excelente.
Ritmo sincronizado en cada galaxia luminosa y portentosa.
Tic-tac que nos hace saber quiénes somos.
Ritmo y lectura: Solfeo.

 

Gracias, compañero. Ayer me sentía mujer, y madre del Tiempo.

 

Excelente poema, muy biueno... un placer leer. Saludos, que vaya todo muy bien.

 

Gracias, compadre.
Como siempre, Tribu Zen, contribuyendo a mi fama.
A mi honra.
Je, je, je. Te lo agradezco. Eso es ser majo, en España.

Por eso, majestuoso, viene después. Y la vida es una maja desnuda.

 

Hermosa composición amigo.

Como para leerlo, y volver a leerlo.

 

Es mi tributo a los hijos que son homosexuales, pero muy talentosos.
Gracias, amiga. Puedo sentirme mujer.
Así que no es de extrañar que me acuerde de quienes se sienten así.
Mujer, siendo hombre.