Al orto palabras vierto. Décimas.

Converso con la mañana

a sones de sol y viento,

salitre en el pensamiento

y cielos en la ventana.

La arena se vuelve humana

y en sus huellas mi pasado

que llega reconciliado

-dando pretil al abismo-

con los versos de un lirismo

personal y enajenado.



Al alba le cuento cosas

que callo a mi torpe oído,

cosas que tienen sentido

si las torno mariposas.

Vuelan leves, jubilosas,

vestidas como de fiesta,

se maquillan de floresta

y en la luna se convocan…

palabras que no trastocan

la Verdad que nunca resta.



Al claro de un nuevo día

le brindo mi buen fonema

con encajes de poema,

sinrazón y algarabía.

No quiero rima baldía

dando nada de mi nada

sino pieza enamorada

de un concierto encantador

que se entregue al por menor

bien ajeno a la callada.



Platico por manantiales

sencillos y mañaneros,

forjados por aguaceros

de futuros matinales.

Agua que fluye a raudales

-y que me embebe de cierto-

pone fin al desconcierto

mojándome de cariño,

naciendo de nuevo niño,

no siendo de nuevo muerto.



Al orto palabras vierto.

 

Un placer esta lectura de tus delicadas décimas, querido Esteban. En cualquier estructura dejas tu impronta amable.
Con todo afecto, un fuerte abrazo.
Salvador.

 

Unas décimas que al leerlas, me transmiten un mensaje de esperanza, con un entorno natural enmarcándolas con maestría. Un gusto fue leerle. Mi gran saludo cordial le dejo.
Gus

 

Muchas gracias, Gus. Es muy amable. Saludos cordiales.
Esteban.

 

Muchas gracias, Salvador. Un fuerte abrazo.