La Barca

Vieja barca marinera,
que enfrentaste con bravura
tormentas, vendavales
sosteniéndome en el horizonte.


Gracias daba, alzando la vista
aquel rayo de sol, que guiaba,
en mi existencia en la nada.


Hay madera vendita
noble eres, desde tus raíces,
a tus hojas que brillaron en su día.
Entregándote al carpintero,
de aquella bahía.

Transformándote en la barca...
que me sostenía.

Tiro la red, por una promesa recibida,
de aquel carpintero,
que subió a la barca y entregó su vida.

Pesca generosa, nos da el cielo todavía,
llevándola al puerto y demostrando, lo que la fe podía,
una promesa... que todavía... "Valía".

¿Qué sería de mi historia,
sin esa madera, ennoblecida?...
de aquel carpintero, que en un madero
en el monte Carmelo moria.

Clavos, brea, pintura,
que orgulloso presumía...
“mis tres velas",
"de Santa Lucía",
orgullo mío, " I de Andalucía”. ​

 

Verdaderamente, los inventos, por más primitivos que parezcan, pueden sernos muy útiles.
Y eso es Servicio. O sea, amor en acción.
Yo amo el ordenador personal, pues me permite exponer mis versos.
También, me gusta la cafetera, pues adoro el café con leche.
Me estoy dando cuenta de que lo amo todo. El mobiliario, las campanas, las nubes del cielo...

 

jajaja nos enamoramos de nuestros propios inventos cercanos, pero como humanos miramos aún más los lejanos.

 

Además puse el nombre de Lucía, patrona de músicos y poetas, algo que yo intento ser, sin tener esa pluma mágica de las musas del anochecer, gracias por leer mis letras y tomar tu tiempo de poeta.