El pingüino.

Él la olió de lejos
y la persiguió
la vió en un bloque de hielo
y la contempló.

Pensó ¿Cómo llegaré a ella
si el mar nos separa?
y ¿cómo viviré sin ella si el amor no se para?

Así que cogió fuerza
y levantó bien su pecho
aguantó bien el aire
y se tiró de su lecho;
con tanto cariño fue a parar al mar
y tras nadar un poco al bloque
de su amada
fue a parar.

Y es que el amor no separa
ni se para;
nada lo detiene
el tiempo nos retiene
como presos que no quieren huir.

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El amor no se para: No se detiene.
No viene incluido con un botón que diga "Stop".

 

Muy gracioso, este cuento de hadas. ¡ Somos pingüinos ! Y no hormigas. Hemos crecido mucho, últimamente.

 

Vale la aclaración.

Hermosos versos para este cuento, sin lugar a dudas el amor no se detiene cuando se siente, y es las inspiración para darnos valor y seguir adelante.

Qué bueno que el pingüino fue nadando y no caminando, porque de ir caminando hubiera tropezado consigo mismo muchas veces.

Ha sido agradable leer sus líneas.

Saludos.

 

Sin duda alguna nada que vale la pena es fácil, y más en el amor tenemos que ser audaces, me gusto mucho su poema estimada en letras.

Un abrazo

Rafael

 

Me encanto este hermoso poema, esta bella historia.Un
placer leerte y disfrutar de tu poesia, un abrazo afectuoso desde chile Saludos poeta .

 

Gracias Nommo por tu presencia en mis letras, un abrazo.

 

Muchas gracias destinos por tus palabras, un abrazo. Agradezco tu tiempo y tu visita.

 

Mil gracias Rafael, así es el amor requiere como tu bien lo has dicho de mucha audacia y perseverancia. Un abrazo.

 

Muchas gracias amigo jalvarez por tu preciosa visita y bellas palabras, otro abrazo más grande para ti desde Colombia.

 

Bella fábula hecha poema, somos capaces de todo cuando estamos enmamorados. Original y bella idea amiga María. Abrazote vuela. Paco.

 

Muchas gracias amigo Paco por tu siempre presente gentileza en tus comentarios. Un abrazo grande y mis respetos.