Un grano de selva entre nuestras prisiones-.

La gilipollez de estar vivo

habrá que justificarla o absolverla

mediante juzgados edificios monstruosidades

licores zumos cítricos néctares imposibles

mezquindades livianas que nos caracterizan

como especie. Entonces, tras asilarnos en el vértigo

de una cucaracha devoradora, exánime con el cuerpo

compungido, destrozarán las maquinarias y las manivelas

oxidadas, para punzar el secreto rencor de un pozo de agua

cegado. La absoluta gilipollez de estar vivo

habría que embellecerla con

ruinas palacios verbos taumaturgias o esqueletos

rampantes y sonoros, que pujen por salir

de su visión entre cadenas y grilletes, atormentadora.

Y así, tras lastimar la belleza y sumar el grado de alcohol

etílico, restar la ecuación suficiente que comprima un grano

de selva entre nuestras prisiones.

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Siempre encuentro profundidad en tus poemas y aunque en algunas cosas no este de acuerdo contigo me haces pensar y saborear las bellas ideas e imágenes que pueblan tus sensibles versos. Este en concreto me ha gustado mucho amigo Ben. Un abrazo. Paco.

 

Pues quedo profundamente agradecido por tu comentario tan hermoso, un abrazo Paco!

 

Me gustan los poemas, que se expresan con fuerza para desembocar esas sensaciones, grato leerle

 

Gracias Marian, un abrazo!