En los huesos de la ciudad

En los huesos de la ciudad

habitan las voces

de las palabras sin eco,

sueños que se arrastran

por la piel de lo imposible,

allí la risa es cruel

porque sabe a mentira,

cada segundo muere un beso,

el sol pasa de largo

y el agua es la presa

de los cazadores furtivos,

escondidas en sus ojos

sus gentes ya no esperan,

han aprendido que la vida

nunca pregunta nada.



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Ayyy Paco qué versos tan profundos y tan melancólicos, cuando muere un beso el sentimiento cala hasta la misma médula del hueso, y la ciudad manifiesta en sus entrañas esa pena de que adolece la luz de ese sol pálido que invade la vida de sus paredes. Me ha encantado leerte mi querido mañico, disfruto siempre. Besazos llenos de mi corazón.................muáááááckssss...

 

Poema que surgió en una de mis habituales caminatas por Zaragoza, siempre me da mal rollo ver a tantos indigentes y mendigos por estas aceras, jamás habia visto tal número y siempre me parecen demasiado frágiles y vulnerables, no se, igual soy excesivamente sensible a estos temas, la vida confortable transcurre a su lado como si nada y estos contrastes me llaman mucho la atención. Pues nada monada que te mando un capazo de gracias y un ramillete de besicos maños mimosetes y juguetones: MMUUAAKKSS. Paco.

 

sentí una sensación de arresto en tu poema, grato leerte

 

Esas caminatas o, en mi caso los trayectos en bus por la ciudad, son la mejor muestra de muchas realidades que se normalizan, la indigencia, la pobreza, desazón. Vemos en los otros, rostros de poca sonrisa, de poca esperanza como si un acuerdo tácito de rendición inundara a todos. Abrazos Paco

 

Hay tantas realidades ocultas tras las cortinas de una gran ciudad que el poeta siempre tiene materia prima para sus versos. Gracias amiga Marian. Un abrazo. Paco.

 

Gracias amiga Viola por tan bello comentario. Un abrazo. Paco.