Los Ríos de Maite

LOS RÍOS DE MAITE.

El Besós a orillas del mar, tu llegada anunció.
El Mediterráneo sereno y tranquilo no supo,
no pudo retenerte y, sin todavía conocerte,
propuso un viaje inminente donde volver a empezar,
empezar a orillas de otro río, de otro río, sin mar.

El Águeda desconocido y, sin saberte,
no dudó en extender sus brazos para darte la vida y tenerte.
A todos nos acogió y a todos sus años de infancia dibujó.
Esperábamos tu llegada. Esperábamos complacerte.
La llegada de la pequeña, de la última en llegar,
de la pequeña no pequeña.
La princesita preciosa que algunos no supimos apreciar.
Diferencias teníamos de edad,
diferencias de espacios, diferencias de ser y de tener,
diferencias, diferencias, diferencias…
no supimos ver las semejanzas,
ni las convergencias hallar.

Algunos no supimos sellar los lazos de un amor fraternal;
olvidamos sembrar y regar nuestro común pastizal o, tal vez,
la dejadez, la indiferencia, la indolencia de un inexperto bisoño,
emperador irreverente, de sus sueños obtusos,
incongruentes, de niño, sin más.

Quiso la existencia antes de tiempo, antes de unirnos,
sin explicación ninguna repartirnos,
alojarnos en otro lugar.
De nuevo el tren, en camino, en el Cabe nos reunió.
No supo el Cabe el dolor de amor que te infligió.

Marchaste a otro lugar donde el Cabe no supiera llegar.
Sin buscar el olvido, ni consuelo,
allá lejos, el río Salor con su dulce agua las heridas de amor mitigó.

Sin saber ni cómo ni porqué,
volviste a tu origen, y de regreso,
el Besós, al Mediterráneo te llevó.

El Mediterráneo sereno, susurrante,
desenmascaró tu corazón de amante,
y el disfraz de felicidad disipó.

El Llobregat sabedor de tu dolor
quiso arrastrarte a su vera
y para que te quedaras
sus brazos abrió y tendió.
Y tampoco supo retenerte,
y escapar te dejó.

De nuevo el río Águeda no quiso olvidarte y por celos, te reclamó.
El Águeda ya no quiere oír hablar del mar, ya no te dejará marchar.
​

22 de febrero de 2015
José Ignacio Ayuso​

 

Le he editado el título.

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Reitero mis disculpas Marian. Gracias por vuestra paciencia.
Un cordial saludo.

 

Un bello viaje vital a bordo del los sentimientos más profundos, ríos, mares y el amor sobrevolando todo el poema, muy hermoso poema amigo José Ignacio. Abrazote vuela. Paco.

 

Gracias Paco, es la vida resumida de mi hermana Maite, que falleció, va para tres años. Nació en Ciudad Rodrigo (Salamanca) Río Águeda; estuvo en varios sitios y murió en Barcelona. Fue enterrada en Ciudad Rodrigo.
Un abrazo.

 

La lluvia que cae en mi ciudad, el Mar Mediterráneo, el río, el amor fraterna, la vida, los sentimientos y aquellas palabras truncas que por equis circunstancia se ha quedado en silencio de algunas gargantas, toda una historia de vida, de amor, de sufrimiento y de dolor es lo que he sentido en este navegar por tus versos, que ya lo había leído cuando llegaste a esta casa de poesía y sentimientos, lo había leído, sí, cuando corregí el Titulo de tu dolido, triste y nostálgico poema, pero en ese momento no lo comenté. Ahora puede volver a sentir lo mismo que sentí aquel día, tal vez porque hay mucha empatia con los sentimientos impresos.. Solo decirte, que te dejo un gran abrazo en la distancia, pero, cercana en sentimiento y nostalgia, de esta Mar porteña,

 

Gracias Mar por tu hermoso comentario a los ríos de mi hermana Maite, fue un viaje nostálgico por los distintos lugares, que con sus ríos, fueron acogiendo a mi hermana con sus amores y desamores. Recibido ese gran abrazo cercano en sentimientos y nostalgia.
Agradece esa lluvia, es mejor que echarla en falta. Besos y abrazos entrañables desde Madrid.

 

Así es Carlos, el río Águeda (Ciudad Rodrigo, Salamanca) le dio al mundo y el río Águeda custodia su tumba. Conoció y se enamoró en el río Cabe (Monforte de Lemos, Lugo), para olvidarlo se fue al río Salor (cerca de Cáceres); volvió al río Besós (Barcelona) en donde había sido concebida, y murió en el río Llobregat (Hospitalet de Llobregat, Barcelona), desde donde su cuerpo hizo su último viaje, en caja de madera austera, hasta el río Águeda, donde reposa.
Gracias por recorrer esos versos. Un abrazo. José Ignacio.

 

Gracias a ti, por viajar en mi poema, aunque sea en estas circunstancias.
Tus respuestas significan mucho para mi.
Un fuerte abrazo. José Ignacio.

 

Poemas como este, no solo se leen para hallar las letras ordenadas y pulcras de un poeta, sino además, se vislumbra el alma detrás del escritor, y el sentir profundo que ansía comunicar.
Estos ríos son de amor, ríos del alma.
Un abrazo con admiración y cariño.

 

Muchas gracias por tu amable y afectuoso comentario. Fue así, Los Ríos de Maite es un viaje muy resumido por algunos lugares donde estuvo viviendo mi hermana pequeña, que falleció va para tres años. Y de alguna manera me recrimino a mí mismo el no haber estado más unido a ella a lo largo de esos años, ahora ya es tarde, y es una espinita que tienes ahí, en el alma.
Gracias Cecy, un beso grande. José Ignacio.