Miradas.

Maldito sea el instante
en el que clavo mi pupila
en la curvatura de la montaña
curvatura deslizante
que refleja mi tristeza
en un mar de lagrimas
que se secan al herirse
en la suavidad de las hojas
maldito sea el segundo
en el que desvió mi atención
en el momento de clavarme
hacia otra mirada
dulce esperanza, de ver otro universo
en la parsimonia de la naturaleza
e intercambiando las miradas
pero la desdicha llega
cuando mis emociones
que provienen de mis ojos
son tan débiles
que me separo del bosque
sin preguntar, sin acercarme
en las turbulencias de mi interior
incapacidad de ser uno
con esa otra mirada
la soledad se acerca como el vicio
de la tranquilidad e inconformismo
soledad, que me abraza sin soltarme
que me encadena hacia su esclavitud.

 

Todo un vendaval de emociones plasmadas en este poema. Ha sido un placer visitarle. Saludos.

 

Gracias por leerme

 

Bello poema de soledad y miradas enmarcado en una sensible y certera escritura, me ha gustado mucho amigo Juanma. Un abrazo. Paco.

 

Gracias paco