Delito

Niña dulce,
te ruborizas,
no te tienes que ir.

Si vieras como Luce,
cuando caminas,
imposible mentir.

Tuve una visión,
donde estabas,
suerte la mía.

La intención,
es censurada,
pero se adivina.

Como puedes decir no,
cuando todo implica,
una afirmación.

A nadie engaña intención,
cuando tu ser salpica,
tanta fascinación.

Tuve una visión,
que nos unía,
ritmo y latido.

Es una obsesión,
suerte la mía,
no es un delito.

 

Bella manera decirlo, poema de anhelos que navegan por los critalinos canales de el deseo de tus versos. Por ahora desear no es delito. Me ha gustado amigo Mike, siempre me pasa contigo. Un abrazo. Paco.