Algo sobre las moscas

El 14 de febrero a las 2 de la tarde
por primera vez
vi salir una mosca de tu boca.
Un rato después
salieron un par más, enormes,
regordetas y negras.

Antes de eso, mucho antes de las moscas,
recuerdo
que fue el tiempo en que leía a Neruda, Cortázar y Góngora.
Fue el tiempo en que los mitos eran irrevocables
y los dioses caminaban entre nosotros.

Mis ojos fueron cómplices del embustero espejo,
los tuyos siempre fieles a ajenos nombres.

Fue el tiempo en que no habían moscas
regordetas y negras
saliendo de tu boca.

............................***

Igual no me quejo…
Un amigo me contó que vivió una historia parecida,
pero con libélulas muertas;
esa creo que fue peor.

 

¡Danie! ¡Qué poema brutal, compañero! Al más puro estilo de los grandes realistas eres capaz de desproveerte de los caireles de la rima y de la cantidad y aún así conseguir que tu texto «irregular» sepa inequívocamente a poema, tomando forma el acento con la cimbra de una sintaxis limpia y contundente y con palabras elegidas de fuerte semántica, bien colocadas.

Antes de eso, mucho antes de las moscas,
recuerdo
que fue el tiempo en que leía a Neruda, Cortázar y Góngora.
Fue el tiempo en que los mitos eran irrevocables
y los dioses caminaban entre nosotros.

Y qué imágenes más conseguidas con esa alquimia misteriosa que mantienen con el ritmo.

El 14 de febrero a las 2 de la tarde
por primera vez
vi salir una mosca de tu boca.
Un rato después
salieron un par más, enormes,
regordetas y negras.

Fue el tiempo en que no habían moscan
regordetas y negras
saliendo de tu boca.

¡Bravo! Un abrazo.

 

Gracias amigo, flor de comentario te mandaste, tanto así que dejaste chiquito como una mosca a este sencillo poema.


Gracias por todo, amigo.


Un abrazo grande.