La cigarra

La Cigarra

En el subsuelo dormita

en tiempo de formación,

aunque caída de un árbol

siendo una ninfa bajó.

Largo transcurso convive

en silencio y con sazón

entre gusanos y bichos

al por mayor y menor.

De la savia de raíces

se alimenta en su mansión

y entre tres y diecisiete

años vive sin farol.

Cuando llega el tiempo justo

de trepar el escalón,

cava un túnel despacito

sin perder buena ocasión.

Se quita la muda vieja

en temporada veloz

y alistándose juiciosa

anhela estar en pregón.

Alerta sobre una hoja

espera a su fiel cultor

que la alague y seduzca

con la más bella canción.

Poner sus huevitos quiere

aunque en brevedad, sin don

luego marchará por siempre

tan pronto como llegó.

Desplegará cuatro alitas

transparentes, tornasol

de matices variaditos

y membranas con color,

para unirse al caballero

que cortejo le ofreció,

al son de timbal y caja

entre cantos la amarró.

11/17

Reservados los derechos de autor.

 

Que bella historia hecha poema sobre la vida de la cigarra, escrita con brillantez y sensibildad creo que te has documentado bien aunque yo desconozco todo de la vida de este insecto, querida Andrea me ha gustado de veras, siempre vas buscando temas bonitos y originales para tus poemas y eso a mí me gusta. Abrazote vuela. Paco.

 

Gracias Paco, me alegro que lo hayas disfrutado. Chausito.

 

Me ha gustado tu poema... Pero... ¿Es un poema de una sola estrofa? Leélo, y comprueba donde respiras. Cuando sientas la pausa en la respiración, márcala también en el poema. El un saludo!

 

Gracias por tu observación.