Charla con el cielo

Inclino la nuca estirando el pescuezo,
Saco del alma un tema de conversación ,
Soplo con la mirada a las grises nubes ,
Y con el cielo frente a mi, comienzo a hablar ...

Eres un noble y fiel testigo de quien soy,
Y con ello también lo eres de mi amada,
Te pregunto por ella, por mi razón de soñar,
Y el motivo de charlar con la eternidad .

Sólo tú sabes guardar en tu inmensidad ,
El dolor que arrojo en ese dulce llanto,
Sólo tú no me has devuelto mis penurias ,
Al contrario , has lavado mi faz de ellas.

Eres tú un destino lejano para mi alma,
Mis pecados sin perdón son parte de mi,
Eres quien me sonríe con su ojitos ,
cuando el sol deja de iluminar mis sueños.

Eres silencio que agrieta mi ansiedad,
En ti puedo depositar mi confianza ,
Y la inquietud que mal hace mella en mi paz,
Paz que guardas para mí y mi locura.

Te pregunto por quien ya me ha olvidado,
Por mi difunto padre que bien conoces ,
Y te pregunto por quien quiso alcanzarte ,
Para ver si es que puedo yo hacerlo también .

Te reprimo la humedad de mis lagrimas,
El calor de mi frío y negro corazón ,
Y te dejo en el viento de tu silbido ,
Las caricias que nunca logré darle a alguien .

Te regalo mi vida si es que la encuentras ,
Pues planeo perderla a voluntad propia ,
Pienso enamorar tu transaparente rostro ,
Con mis versos compactados con mi amor.

Dime mi cielo si es que sabes quién soy,
Si soy para ti algo más que un triste ser,
Dime al oído con la brisa de tu voz,
A donde irán esta tristeza y este pesar.

Se compasivo como siempre lo has hecho,
Hazme saber clara, dulce y tiernamente ,
A donde irá está soledad que traigo
cuando mi vida deje de palpitar.

 

Una charla que seguramente fue un desahogo para el corazón y el alma, hace falta mirar más ese cielo de mañana o de noche y sobretodo buscar en él un poquito de paz, grato leerle, saludos.