Nadie quiere ser pobre.

¡Ah!, todos quieren ser presidentes,

nadie quiere llegar a ser pobre.

Pobre, del que vive sin recursos;

o del que así lo pareciera, por tener una filosofía de vida

que no va con el consumismo impuesto.


Hay una máscara en la faz, y una venda en los ojos,

y no es que queramos hablar del Santos;

al menos este es un ser de ficción,

que dice impartir justicia.


La primera, con la que el del Ático simula interesarse

por los que yacen en las calles de abajo,

léase estadísticamente,

Clase baja, o los tildados de Laya

por algunos ojos encumbrados.


Y la segunda, que no permite ver más allá

de los números y porcentajes,

que sirven en el informe maquilladamente justificado;

para el agencio de fondos.


Sin impacto alguno en los supuestos, e ilusos,

y ansiosos beneficiarios, bien que conejillos de estudio.

…Y el formato se repite, independiente

del arcoíris.



080218 ​

 

Saludos míos y agradeciéndote nuevamente.

 

Pienso que todo está mal repartido en el planeta, nadie debería ser más que nadie, el poder, las religiones, el capital...mangonean a sus anchas, los ejercitos están al servicio del poderoso, nadie quiere ser pobre pero aun así me consta que hay pobres que son felices porque no es más rico el que más tiene si no el que menos necesita. Me ha gustado tu poema amigo Lejobusla. Un abrazo. Paco.

 

Todos quieren ser presidentes, pero igualmente, van de fracaso en fracaso.
Porque vivimos en una Divina Comedia.
Je, je, je.
El Amor, como la Broma, forma parte de la Creación.

 

Hola Paco, gracias por leer este escrito, que ciertamente lleva su inquietud a cuestas, y me hace concordar con tu opinión. por ahí me doy una pasadita por tu blog. Feliz día.