Otra muerte por amor

Cuando la luna refleja
su tierna estirpe de amante eterna,
en las aguas violentas de un mar convulso,
una mujer llora sobre la arena,
abandonada, con pies descalzos,
semidesnuda, con sed de algo,
llena de heridas pidiendo amor,
mientras con furia ese mar rebate,
un corazón sufrido que ya no late,
un corazón que lucha con furia inmensa
contra el olvido, contra la vida, contra el destino,
muriendo en brazos de un recuerdo ingrato,
que rompe en pedazos un alma buena,
y al escuchar en la orilla como una ola suena,
cayó tendida sobre la arena,
su corazón suspende, su alma se eleva,
su mente se apaga, pero no entiende,
por qué la muerte,
si no hubo hambre, tampoco frio,
pero el recuerdo ingrato le deja ver,
y el corazón que apena, no tuvo amor,
quedo vacío…