Personas humanas de cartón.

¿ Por qué nos estropeamos, paulatinamente ?
Somos secuestrados por nuestros deseos.
Quizá, el egocentrismo, que es soberbia...
Afán de protagonismo...


¡ Ego !


Independientemente de eso, todo lo material va envejeciendo.
La decrepitud aumenta, y la ruina avanza y se extiende.
¡ Dios ! ¿ Qué pretendes ?
¿ Por qué nos sorprendes con máscaras de cartón, y personajes que no dejan de ser hijos de Eón ?


Un corazón generador blanco-azulado.


Nubes blancas, en el cielo azul.
Cimas y cumbres. Valles y ríos. Bosques y selvas. Cavernas y desiertos.
Cuanto más integro mi Ego, con sus roles, más despierto estoy.
Yo, yo, yo, yo...


Apariencias. ¡ Demostremos las teorías ! Expongamos nuestras tesis.





No puedo montar en cólera, por una pequeña muesca en mi bastón.
Ni tampoco he de presumir, si resulto agradable a la vista, y hermoso.
Da igual lo que yo diga, ante un oso.
Un tigre de Bengala, un león africano, un tiburón blanco, un rayo de tormenta certero...


Siete goles a cero. Sencillamente. Me hincan el diente o me electrocutan.


Y así, está claro que soy una puta.
Partiendo de esa base, me incorporo.
Me levanto, e intento socorrer al caído.
¿ A usted también le arrollaron ? Un carromato tirado por briosos corceles...


¿ Verdad ? En apuros, ya es más difícil convertirnos en ídolos.


De hecho, nunca lo somos.
De hecho, ¡ No me vacile !
De hecho, ¿ Qué es todo este embrollo ?
Menuda pantomima...


" Mi mamá me mima. "

 

Qué tardes aquellas del pan con chocolate
en la merienda y encima de la mesa,
en el mantel de hule con mapa de España,
los deberes por hacer: “ma, me, mi, mo, mu”
“mi mamá me mima..."
La verdad es que tus publicaciones, señor nommo,
saben a no sé qué, qué sé yo...
Algo parecido al dulce-amargor de aquel chocolate...
Un abrazo de mí

 

Gracias, Rosario, por alabar mi modesta obra.
Soy fruto de la diversidad, y a ella me remito.
Entonces, no olvido los episodios de mi infancia.