La alfombra roja.

Hoy, he querido ser monstruoso.
Me he convertido en una bola de nieve que rueda, rauda hacia abajo.
Una repentina avalancha que se cierra sobre sí misma, en esferas concéntricas.
Para depurarse y apretar sus músculos, como buena atleta y contorsionista.


Amilanándose y disminuyendo de volumen, como la portada de una revista.


¡ Magia !
Sirve de entrada a varios episodios y artículos.
Sus personajes invitados no hacen el ridículo.
Pero es cierto que tampoco dan para mucho...





Sinceramente, te escucho. Tú quieres acceder a esas alturas, en las cumbres borrascosas.


Trepando en la cultura, para hacerte famosa.
Pero debes apreciar el instante, en todo su esplendor.
Cada día es una fiesta. Aunque no te inviten.
Y te eviten...


Como Súper-López, en el Polo Norte. Su vivienda se llama Villa-Soledad.


Ahí te quiero ver...
Resistiendo el frío ártico, que cala hasta los huesos.
Haciendo levantamiento de pesas.
Soportando estoicamente, esa FAMA.


Yo te amo... Pero te aseguro que el Tiempo se detiene. Entonces, analizas más en detalle,


todas las situaciones. Incluso tus emociones.
Oyes a la Muerte, pisándote los talones.
Te emancipas del aplauso, y las ovaciones.
Te haces independiente de muchas reuniones. ¿ Por qué ?


¡ Te has vuelto navideña ! Sales a la palestra, pues tu rostro resulta muy familiar.

 

Nommo recreas la vista con tus interesantes y buenas imágenes, gracias. Saludos.