La Quimera del Oro.

Te he ofrecido la Luna,
pero la has visto poblada de hiedras y enredaderas.
Blanca y verde, como la bandera de Andalucía.
Paloma que muerde con su pico, una rama de olivo, regresando al Arca de Noé.


Ahora, en este diluvio, pasaremos cuarenta días y cuarenta noches, contando historias.





Afortunadamente, el nivel del Mar subió.
Pues hubo amenazadores gigantes y mutantes, que retaban al humano de siempre.
Comían asnos, camellos, cocodrilos, y pocas cosas les hacían ilusión.
Perdieron su magia, y su inocencia.


La Magia es gris, y consiste en el Respeto a los demás.


Porque todo es indeterminado, en cada Universo.
La determinación, es la existencia.
Y la vida es como una caja de bombones: Nunca sabes lo que te va a tocar.
Aparte de estos mitos y leyendas, te ofrezco mi amistad.





Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Como Charlie Chaplin, en la Quimera del Oro.


¿ Quieres interpretar el papel de Georgia ?
En Alaska, el pequeño hombre discurre sobre el yermo inexplorado.
Black Larssen dispone de una choza. Una modesta vivienda.
Pero no está dispuesto a compartirla. Se muestra desagradable y maleducado. Poco cortés.


Menos mal que, tiempo después, nuestro héroe encontraría al Gran Jim.


Una alianza siempre es menester, para el minero.
De ese modo, la empresa prospera.
De lo contrario, el pionero ha de volver a casa, con las manos vacías.
Se comieron una bota de cuero, con sus cordones. Pasaron más hambre que el perro de un barbero.


¡ Georgia ! Ante vos, me quito el sombrero. Bailarina de mi corazón.

 

Envolvente el escrito, me gustó. Buen día.