Sigo arañando el peñasco

Angel EC Chub

 

Ser poeta es como ser emperador del mundo, y al mismo tiempo, un barbero judío.
Así lo reflejó Charlie Chaplin, en su película de 1940, El Gran Dictador.
Astulfo Hynkel empleaba el signo de la doble cruz.
Entonces, el último discurso lo da el barbero, a quien confunden con el dictador de Tomania ( Astulfo Hynkel ).
Es por ello que los poetas somos bravos militares, y también, obedientes y humildes.
Hasta que caemos en la cuenta de que debemos vencer esa dualidad.
¡ Soy yo ! La buena tierra es rica. La vida puede convertirse en una maravillosa aventura.
En el nombre de la Democracia, ¡ Debemos unirnos todos !

 

interesante comentario amigo Nommo.
saludos

 

Un placer disfrutar de este poema, un abrazo fraterno.

 

Gracias Javier.
saludos