Manantiales en el desierto...

Clamo a ti, en medio de este desierto.
¡Tengo sed, mi amor!
El sol me abrasa.
La arena me quema,
El aire me asfixia.
Escucho tu voz de viento.
¡Acércate al pozo! Me dices...
¿Cual pozo mi vida, si todos han sido anegados?
¡Acércate a las lluvias, que en tu interior he derramado!
Me asomo pues a mi corazón.
Y encuentro , todo un manantial de aguas estancadas.
Tantas, que podrían inundar el mas árido desierto.
Y comprendo entonces,
el porqué me ha sido necesario visitar esta tierra seca...
Para que yo clamase en la aridez.
Y tú, me descubrieses tus manantiales .

SHA.

 

Bella, vibrante y profunda entrega querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Muy bonito y original en su idea, a veces los manatiales se esconden en las promesas, en la palabras que no hemos dicho, como diria aquel...el amor es algo extraordinario y misterioso, como tú querida Sandra que escribes con la belleza de la que busca en los corazones. Abrazote vuela y vuela hacia ti. Paco.