Todo sucede-sucedió-sucederá.

En un atardecer...
El mundo sigue girando, y en otro extremo, comienza el día.
¡ Qué algarabía !
¡ Buenos días tenga usted ! ( Buenas tardes, mademoiselle. )


¿ Son las cuatro de la mañana, ahora mismo, por allí ?


¿ Qué me dices ?
¿ Uno más uno siguen siendo dos ?
¿ Dos por dos, cuatro, y cuatro por dos, ocho ?
¿ Gepetto fabricó a Pinocchio ?





¿ Cómo es posible ? ¿ Dos ojos, una nariz y una boca ? ¿ Un cuello y dos orejas ? ¿ Dos pies, dos manos ?


¿ Quién organiza-organizó-organizará todo esto ?
¡ Tolerancia !
Dignidad...
Gracia y aplomo.


Coraje. ¿ Cómo como ? Como, como como... ¿ Cómo comería, si no ?

 

Dos caras de una misma moneda...el norte y el sur...el yin y el yang...opulencia y pobreza...suerte y desgracia...y como bien dices sucede, sucedió y sucederá.
Grato pasear por tus letras
Saludos

 

Lo importante es comer. Pero la obra se convierte en comida.
Puede ser un cuadro al óleo, un camión de bomberos, una alfombra persa, una tarde junto a tus seres queridos, una jornada agrícola y ganadera, una sesión fotográfica, una práctica de enfermería, una asistencia a la mujer que está de parto, una operación quirúrgica, por parte de un médico-dentista, etc.


Pequeños sueños posibles.


Luego, eso te dará de comer.
Pero no será demasiada substancia, porque tú no tienes tanto apetito.
Entonces, ahí está el equilibrio.
Lo que te sobra, lo compartes. Y ya, eres generosa.