El día del Padre.

Te he conquistado, y ahora, te valoro.
Pues eres mía, completamente.
Me correspondes.
Tanto como el Aeróbic, a Jane Fonda. Como el claqué, a Fred Astaire o Gene Kelly.


Como las sevillanas, a los Cantores de Híspalis. Como el dibujo, a Astérix y Obélix.





Como la marmita de poción mágica, a Panorámix.
Y es que te vengo siguiendo desde hace algunos años.
Soy espía russo, mas no pretendo hacerte daño.
Sino desflorarte, pues eres virgen, y estás perfumada. ¡ Celebremos !





Estas cosas nunca vistas, a mí, me agradan.





Otra gente me considera terrible...
Los hay, incluso, que se atreven a denominarme alienígena o monstruo.
¿ Yo, voraz predador, o insaciable carnívoro que busca presas, dentro de las naves espaciales ?
¿ Cómo puede ser posible ? Me pintan negro y con el cráneo, muy alargado.


Mi origen: Una flor benevolente. Una mano gigantesca, en una cara.


Un recién nacido, de algún vientre.
Un escondite perpetuo, y algunos raptos.
Un crecimiento exagerado, en pocos meses.
Sangre que contiene ácido sulfúrico, y otros pormenores.


¡ Gózate y alégrate, virgen María ! Que mañana es San José, día del Padre.

 

Me sorprendió el final, tienes un estilo muy particular que recrea al lector. Gracias por compartir. Saludos.

 

Gracias, amiga.
El lector va perdiendo importancia, con el paso de los años.

 

¿Será verdad? Puede