Durante la guerra.-

DURANTE LA GUERRA
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Fue durante un tiempo que mi opaca mente,
siempre susceptible a alguien mayor;
se vistió de trajes, de pan y de gentes,
de vida ligera y rojo temblor.

Mi gente y la gente se me imprimieron,
con prensas alegres de llanto y dulzor;
y fueron quedando muy firmes plasmadas,
en venas calipso, en surcos de amor.

El tiempo y la brisa que besó mi casa,
tornaron como óxido la estampa plural;
de esa compañía que de amor arrasa
y fueron el principio de un gran vendaval.

Pues vinieron vientos de los cuatro vientos,
que de mi desidia me hicieron despertar;
y tembló mi casa desde los cimientos
y tembló la aurora y bramó el mar.

Mi madre lloraba por los pequeñuelos,
mi padre su brazo fuerte desnudó;
mi conciencia herida de orgullo y miedo,
mi razonar claro veloz ofuscó.

Mi cabello de oro se tornó azabache,
mis ojos la sangre púrpura inundó;
mi pie no supo de vallado o bache,
mi mano de seda en pedernal mutó.

Abrí y se abrieron cántaros rojos,
que nos embriagaron hasta desmayar;
surgieron envidias, desdenes y antojos,
se ocultó la ciencia, se llenó el lagar.

El verdor del campo se puso amarillo,
al cielo celeste alguien lo cambió;
por un manto plomo que corta un cuchillo
y a la mar sus crespos, el rojo tiñó.

Fue la guerra y guerras de nuestras estancias,
las que redujeron el claro pensar;
fueron cuatro vientos de alta fragancia,
vientos irritantes, vientos que hacen mal.

Porque me llevaron a tus ojos grandes,
porque me clavaron un fuerte puñal;
pues dos mil hojas me hacen desplantes
y dos mil penas quieren mi mal.

Y no solo a mí alcanzó ésta peste,
que estos vientos malos con saña infectaron;
pues daña los ojos y duele la mente
y con la esperanza y la fe acabaron.

Pero yo si creo en un Dios bueno,
en sus manos santas que el cielo extendieron;
en sus ojos mansos, fijos y serenos,
que solo el aire y el agua comprendieron.

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Con éste poema quiero dejar en claro, que los pecados u errores cometidos en tiempos de guerra, son menos graves que los cometidos en tiempos de paz, pues en tiempos de guerra, la mente y el corazón se nos nublan, se nos cierran, se nos hacen de menos valor moral y ético que en tiempos de paz. por tal motivo, debieran comprenderse y perdonarse los hechos acaecidos durante éste período y los antagonistas llegar a una tregua primeramente, camino a la reconciliación, algún día, definitiva. Así, en todas las guerras de países, religiones, entidades, ideologías. Amo a Jesús y a sus enemigos. ​

 

Me gusta tu poema porque me gusta como escribes pero no estoy de acuerdo en lo de perdonar los pecados de guerra, para mí son iguales o peores a los cometidos en tiempo de paz, si no que se lo pregunten a los millones de judíos que los nazis metieron a las cámaras de gas, este es solo un ejemplo de los muchos que te diría, el ser humano tiene un lado oscuro que a veces sale a la superficie. Yo no amo a mis enemigos aunque tampoco los odio, me resultan totalmente indiferentes. Un abrazo amigo Isaías. Paco.

 

Esa es tú perspectiva de las cosas. Yo postulo lo que ya dije. En tiempo de guerra, teniendo el poder de las armas, el ser humano se envalentona y toma medidas a su antojo y arbitrio. Las armas exacerban los odios por naturaleza, delante de un enemigo que consideran intelectualmente ( ámbito fragoroso ), peligroso. Las armas dan poder y se mal usan algunas veces. Los judíos, eran enemigos intelectuales del régimen nazi; más molestos por lógica y era perentorio exterminarlos por cualquier medio. Sea cámara de gases, sea fusilamiento, sea hoguera, mueren igual. ESTO PASA HASTA EN LA GUERRA FRÍA...ERRORES DE ÉPOCA.

 

No creo en nada, no soy religioso, soy ateo, y creo que el ateísmo es el futuro de la humanidad a largo plazo, un porcentanje muy alto de las guerras en la historia de la humanidad ha sido motivado por las religiones que a mi modesto entender no venden más que humo pues aunque tanta gente crea en dioses se demostrará que no existe ninguno y que todo son leyendas, mentiras y manipulaciones interesadas. Nada justifica masacrar a judíos, sirios, palestinos o a quien sea, los criminales de guerra deben ser juzgados, sentenciados y ejecutados. Así pienso yo amigo Isaías y así te lo he contado. Un abrazo. Paco.

 

Yo creo den Dios y en la hermosura de su creación.-

 

Excelente prosa de una realidad que está en nuestro tiempo.
Un placer leer tu obra amigo Isaías. Mi enhorabuena.
Un fuerte abrazo.

 

Excelente poema, es una buena reflexión, los tiempos de Guerra muchas veces son sinónimos de tiempo de paz, quieren comprar la paz con bombas y amenazas...

Pero como creyente fielmente de Dios (yo creo no porque me lo dijeron o en una iglesia me lo enseñaron, hay muchas cosas para decir que Dios existe aunque el ateísmo va en aumento si no me equivoco el 65% de la población mundial, pero me da igual ser de los pocos)

En fin me gusta esta reflexión pero antes me asustaba pero en la biblia dice que vendrán tiempo de guerra y hambruna pero quien se mantenga firme con Dios no le faltará cobija..

Saludos poeta.