El eco del fuego

Al igual que las flores
El tallo es Un sexo de amaneceres
De constancia en los almanaques
tiene la consistencia Hérculea
Que le dan las manos
o del laberinto siempre femenino de los labios
El amor nace blanco
Y suda lujuria
Todos los cuerpos de desnudan
En el follaje
Los alientos son brisas de un recuerdo solar
De una iluminación fugaz
De estrella que se apaga con
la musicalidad de un gemido
Con una gota de sudor que se desprende de tus senos
o de tu sexo embriagado
siempre dispuesto
Este laberinto lleno de manos
Lentas
Como acomodando el sexo
En los torsos
En la desnudez afiebrada
Del deseo
Y el eco es empujado por los muslos
Por esa marcha en batalla de dos
Por ese ir y venir
A juntarse en uno
A brincar
A Estallar
A requerir un cuarto más caliente
Unas sábanas más blancas
Y un fin más primitivo.
Éxtasis desde el índice
hasta la súplica más carnal
La noche
Sigue
Los cuerpos descansan
Entrelazados
Como las flores...

 

Intensos y muy sugerentes versos querido amigo... una pasión desbordante se hace vívida en ellos...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Gracias Nancy por tu comentario. Un saludo fraterno.

 

Sensible mensaje de amorosos versos, imágenes que suspiran palabras certeras en su idílico objetivo. Abrazote vuela amigo marquelo. Paco.

 

Gracias Paco por tu comentario siempre generoso. Un abrazo fraterno.