Ni aquel trabajo ni tú

¿Quién sabe si todo comienza con un roce,
una mirada, un lento vuelo de pájaros?

Compartir las horas que no pasan,
la luz sobre la yerba,
el color de abril en el parque.

La gran ciudad es un murmullo de voces, tráfico y delirio.

Hay un pacto entre nosotros.
Mientras, nos exploramos el alma y los huesos.
Mientras, el mañana desconoce si nos encontrará juntos.

El día que vendrá es el más importante de una vida,
aquel que decidirá la suerte que me aguarda.

Voy al cine, ceno un menú barato,
escribo estas letras en el dorso de una nota.

Todavía no sé que he perdido la partida.

Y si hoy vuelvo a este inútil poema
es para recordar quién no fui
o quién pude ser.

 

Una emoción que se clava en la voz del silencio querido amigo...
Un gusto leerte siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Muchas gracias, Nancy, por tus amables palabras. Un abrazo, amiga.

 

Un intimo y reflexivo atisbo de tu sentir.
Me ha agradado el paisaje yh como le has dado un sentir que puede percibir en la lectura.
Enhorabuena,
Saludos

 

Gracias, Ice, por la lectura y el amable comentario. Un saludo cordial.

 

Muy bello poema en su idea y en su sensible y certero desarrollo. Me ha gustado sin remedio amigo penabad. Un abrazo. Paco.

 

Gracias, amigo Paco, por tu lectura y palabras. Un abrazo.