Que le digo a mi corazón

Qué le digo a mis manos

cuando no te tenga a mi lado.

Qué le digo al viento, al cielo, al infierno.

cuando me arrebates lo que más quiero.

No tengo nada que darte

ni nada que ofrecerte.

Sólo mi corazón herido

envuelto en un puñado de pablaras que sangran.

Sólo recuerdos que ya no valen nada.

Te puedo dar esta mirada cansada

de tanto ver pasar los olvidos.

Las horas muertas entre risas gastadas.

Te puedo prometer una esperanza vaga

llena de sueños que regresan al cielo.

O quizás prefieras

que desnude mi alma

para darte el amor que es sólo mío.
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© J.C. Luzardo​

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Que siga latiendo porque todo pasa. Saludos cordiales, PoetaJC.

 

Esa ambivalencia del amor, de dar ese paso donde al parecer no hay nada que ofrecer mas la magia del amor envuelve hasta al mismo desierto en un paraíso. Interesante planteamiento en ese soliloquio interno de ser y estar frente a una decisión fundamental. Un cordial saludo con mis mejores deseos para tu vida hoy y siempre. Hasta pronto.

 

Bello poema de amor y vida, me ha gustado amigo Poeta. Un abrazo. Paco.

 

Difícil es explicarle al corazón cuando se ha entregado todo y el anhelo aún respira...
Un sentido poema que conmueve, grato recorrer su espacio saludos!