Desde las Tierras Altas

Las mariposas no huyen
ni ante una lluvia de pinocha.
Agradecidas,
se refrescan en un manantial rosado
con sabor a sandía
de los que de vez en cuando
les regala un campesino,
mientras las nubes corren a su antojo
rompiendo la norma de que
pájaros y mariposas
deben huir de los hombres para sobrevivir,
para dormir sin sobresaltos
y dejar de oler el miedo.


Paula Bonet​

 

Somos nosotros los que invadimos, cazamos y producimos miedo,
Me encanto el poema y el sentido de preservación a las especies que tiene.
Un abrazo grande

 

Qué geniales ambos poemas, Valen-Tina,el tuyo
y el de Paula Bonet que es mucho más que una imagen.
Hoy me quedo solo un instante, compañera,
pero volveré .Un abrazo, amiga, desde esta esquina del verano...

 

Qué bellos versos colmados de significado querida amiga...
Un gusto volver a leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Me encantó Valentina. El día que liberemos nuestros miedos voláremos también. Te dejo mi cariño de siempre.

 

Los seres humanos aún no hemos aprendido que la naturaleza es nuestra madre y que apenas somos ligeros visitantes en su mundo, más aún que todas las criaturas de este mundo ya existían antes que nosotros, profundos versos, saludos Alex

 

Qué bello expones tus ideas Valentina, unes la fauna con el hombre sin la barrera del medio y logras una armonía impecable, me gusta en su totalidad. Un saludo y gran abrazo.

 

Asi es ladulcec, ¡qué bien lo has descrito!. Estamos destruyendo el planeta, consciente o incoscientemente. Los gobiernos se gastan miles y miles de millones en averiguar si hay agua líquida en Marte, los científicos están entusiasmados, pero lo cierto es que tratan la tierra como una nave que se hunde.
Miles de gracias por leerme y escribirme.
Otro abrazo grande de vuelta hasta tus tierras

 

¡Qué alegría me ha dado verte Rosario! Muy feliz de que te haya gustado , creo que Paula con sus ilustraciones es fantástica. miles de gracias por este instante.

Este verano tiene muchas esquinas pero les daremos la vuelta
Abrazos

 

En las Tierras Altas te leí, con esa emoción que produce lo cercano... y se lo leí a la Mari, al Jose y a la Violeta a la hora del café mientras la libélula gigante surcaba el ventanal.
Por la tarde hubo melón, sandía, pepinos, pan duro y restos con hueso y algo de carne para mariposas, cabras, jabalíes, cuervos, pajaritos y nuestros dos buenos amigos la Rita y el Troski, que son los más zorros del lugar.
Huir de los hombres es fundamental hasta para nosotros mismos.
Besos multiplicados desde casa y hasta casa.

 

Un poema que me interpreta a cabalidad y que emociona. Felicito tu compromiso con la lucha por la conservación de las especies, lucha que debiera ser de todos los seres humanos.
Un abrazo fraterno poeta.

 

un magnifico poema nos regalas con esa analogía tuya que es única, grato leerte