La Consentida

Pellizcame.
Sigo aquí por y para ti.
Me alimentas,
Me siento viva.
Gracias Poesia.
¿Qué espero?
Beberte a sorbitos,
Masticarte despacito,
Descubrirte cada día,
Dormir bajo tus sábanas,
Volar en tus alas.
Gracias Poesia.
Soy tu consentida.
No quiero más nada.
Así me quedo,
Pegada a tu almohada.
Mi compañera
Mi amiga
Mi confidente
Mi calmapenas
Mi refugio
Mi antídoto contra todo
Éso eres,
éso y más.



Aldonza,
tu consentida.
Gracias Poesia,
sigo viva.

 

Y es aquí estamos y aquí seguiremos, porque ella se nos
mete en el corazón, en la pluma, en las ganas, ya es casi
imposible ignorarla. Me ha gustado tu poema, eres una
poetisa muy sensible, me identifico con tu pluma. Te
dejo un beso cariñoso que se apriete en tus mejillas.

 

Gracias poeta,
Yo sólo sé que me salva.
Es lo único mío y sólo mío.
Ésta soy yo.
Me muestro desnudo ante éste mundo.
Mi poesia soy yo.
Nunca podré escribir si no he sentido cada letra.
Es mi paz interior.
No importa si gusta ó no.
Es lo que llevo en mis bolsillos recosidos.
Feliz poesia,
poeta Ana.