Existir

Rosas en el jardín igual que guirnaldas lúgubres.
¿Qué son los recuerdos? Playas heridas que esperan
la sed del verano, atardeceres sin luz en hemisferios
desnudos, gritos voraces de agónica mansedumbre.
Afuera las estrellas brillan en un carro de diosas áureas,
hay lianas entretejidas en la noche, fulgores que huyeron
de la cábala, misterios arcaicos de desventura en los ojos
que contemplan. ¿Conoces ya el lugar del anverso,
lo que sueñas y no ves, la llaga que limpia el orden
rutinario de los días? Has vivido lo que todos han vivido,
el híbrido enjambre del amor, la soledad de las vísceras
al revertir en el crepúsculo un trozo de ti. Después el mar,
la piedra y el lento eclipse de preguntarse por un dios
o por la muerte. Hoy los años dibujan en el mármol
un sudario de arcángeles dormidos, aprende pues
de este río sin alma, aprende de tus temores y del
dolor pasado para que surja en ti un hombre nuevo.

 

Un reflexivo poema nos dejas, a veces nos renovamos para ser libres, grato leerte

 

Gracias, Marianne, por leerme y comentar. Un abrazo.