Amor sin paliativos (Daños colaterales)

​

El poema, la incisión que me duele, tus ojos.
Hoy sueño con esfinges enterradas.
Nunca enciendo una vela, ni apago a voluntad este llanto indeleble.
No molesto. No quiero molestarte.
Mientras empuño mares entre mis labios.
Me deslizo hacia abismos que no quiero volar.
Hacia abajo, hacia arriba, dedos en un teclado.
Me miro en un espejo que no sabe mirarme.
Camino entre personas. Y dejo rastro a drede en mis recuerdos.
Como un baúl abriéndose, con chirridos de lágrimas.
Aparento saber, como un encerado.
En mi vida, quizá, ese romanticismo que no importa.
¿Tengo algo de ti que tú no sepas?
¿Tienes algo de mí que yo no sepa?​

 

Apasionado romanticismo de entrega total. Un gran poema como para enamorar a cualquier mujer tan sensible como para corresponder a tal reclamo de Amor verdadero.

Un abrazo,

Gladiadora_____________

 

Tu poema concluye con dos preguntas difíciles de contestar, y ello es lo que hace interesante este poema. Saludos.

 

Gracias por esta apreciación.
No en vano, me conmueve esa visión, puesto que todo ello percibido desde una perspectiva de mujer, y amante de las letras, como intuyo que es tu caso, es lo que más puede.
Un poema por sí solo puede gustar al que lo escribe, pero lo que tú has escrito sobre él, resulta un auténtico cumplido hacia mi poética.
Gracias miles por tus palabras para con este trabajo.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.

 

Gracias miles, Pili, por compartir tus impresiones sobre este trabajo.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.