La berrea del ciervo (soneto)

El bosque es un bramido permanente,
bronco, como de trueno explosionado
coronado en su angustia, y el venado
lanza su voz en grito, como ausente.

Los quejígos se inclinan dulcemente
al paso de ese ciervo enamorado.
Este otoño renace aletargado
como lluvia de amor adolescente.

Septiembre es corazón de una balada
que por la noche rasga luna llena
y alumbra con fulgor su madrugada.

¡Qué emoción sus lamentos en la pena!
son quejidos de amor en la vaguada
que braman solitarios su condena.

PepeSori
SafeCreative
noviembre2018​

 

Precioso este soneto que dedicas a ese sonido que la naturaleza da al macho del ciervo para anunciar su celo a la hembra. Lo has descrito con gran belleza poética.

Por hacerte un apunte técnico te diría que a este verso:

y coronado en su angustia el venado

lo veo dactílico, o sea con acentos en 4-7-10

yo creo que podrías quitar la "y" inicial y recitarlo haciendo hiato entre angustia y el venado; yo lo recito así y me sale muy bien.

Te mando un saludo cordial.

 

Muchas gracias jmacgar no solo por la lectura y comentario, lo más importante por la apreciación con la que estoy totalmente de acuerdo.
Agradecido
Un saludo cordial