De uno a diez (Soneto)

Por propia iniciativa recatado
yo mismo me censuro con fronteras
e intento, al relegarme moderado,
de incógnito vivir en mis afueras.

Someto mi carácter deslenguado
a pausas y quietudes duraderas
y busco contener tranquilizado
al ímpetu de todas mis maneras.

Conlleva sujetarme las locuras
envueltas por mi genio y enervadas
pugnando en su volátil estampida.

Suavizo, por igual, mis desmesuras
y calmo poco a poco sus brazadas
contando, de uno a diez, una salida.

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Nos parecemos como dos gotas de agua, y este Formidable soneto es la prueba fehaciente. Solo uno mismo es capaz de controlar los sentimientos y los impulsos de ese Otro Yo que nos contiene. Un Gran Soneto como para Competir.

Mi abrazo desde Londres,

Gladiadora___________

 

Gracias amiga Gladiadora por haberte pasado a comentar este poema. Como te dije, lo tenía escrito (e incluso podría decirse que hasta olvidado) desde hace bastante tiempo en la carpeta de poemas de mi ordenador y fue al leer el tuyo titulado igual cuando quise publicarlo para, sobre todo, compartirlo contigo e intercambiar impresiones. Recibe un abrazo eterno de admiración, respeto y cariño.

 

Tienes algo de razón en este poema donde te auto describes

Grato leerte