Me alegra su desdicha

Esta poesía surgió de un momento en el que tuve que defender mi egoísmo por una mujer, por alegrarme de su soledad, la cual me daría paso a ser quien suplente tal desdicha.

Yo le pregunté si era soltera y al ver su positiva respuesta me alegré. Ella se quejó con estas reclamaciones:

Y a mi no me quedo más remedio que decirle:

Me alegra porque sueño un día
ser la sombra de sus pasos.
Ir de la mano por las calles de su ciudad,
cuidándole en las noches de intensa oscuridad.

Me alegra porque tal vez,
si usted bella dama quiere,
podría ser el suplente
de su triste inconformidad.

Y es que el domingo, quizás,
ya no sea tan aburrido,
y en su cama no haya espacio
para tanta soledad.

Yo podría ser,
y perdón si sueno arrogante,
aquel café deleitable​

que usted se quiera tomar.
​

Espero no haber metido la pata

 

Usted podría ser la piragua,
para el indio, en el Amazonas.
Usted, junto a Guaidó,
en Venezuela, que al balcón del Ayuntamiento se asoma.





Dejamos a Maduro atrás,


pues todos los caminos llevan a Roma.
Ciudad eterna...
Carthago, Roma, Grecia y Fenicia, pueblos del Mar.
Hoy en día, ¿ Por qué muchos parecen estar


locos de atar ? En una sala de estar,


frente al Televisor Grundig, Thomson o Panasonic.
Que no cunda el pánico,
ya que somos peregrinos, en la misma senda.
Como en Sensación de Vivir, 90 210.





Beverly Hills, Tory Spelling, Luke Perry.

 

Se te agradece hermana. Ya recibí respuestas