Ayer, otro tiempo.

Ayer, otro tiempo.



Te pienso constante, mi mar eres vida,

oleaje que embruja me atrae al final.

¡OH! Mar, en mis ojos estás, extraño tu arena

caliente y tus caracolas cantando en mi oído.

Eran esos días de transparentes

aguas, donde el sol gozaba besarme la piel.

No quiero perderte, en ti quiero estar

subiendo la cima de tu tempestad,

sentir la caricia de tu alma salobre

la lluvia de espuma me bese al pasar.

En tus aguas locas mecer mis tristezas

y si un navegante pasara al azar,

mi aliento en suspenso, suspiro

de azahar, lo cubra de besos

en su navegar.

Desde húmeda roca me habrá de escuchar.





Matilde Maisonnave

Derechos Reservados.

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Esas aguas que nunca están mansas reflejan la vida que entre ella transcurre. Saludos cordiales, Matilde. Y tu otra cuenta?

 

Sergio amigo: ¡Muchas gracias por tu comentario! Este poema refleja la tristeza de no poder
ir hacia mi mar adorado. Mi otra cuenta no se aceptó por eso tardé tanto tiempo en entrar.
Saludos cordiales desde mi bosque amigo poeta. Matilde

 

Un placer recorrer estos reflejos de tristeza y nostalgia.
Un placer, saludos.