Ya no hay amor...(II)

I

Las rosas ya no sonríen

ya no hay motivo

se secan sus cuerpecillos

los dos amantes ya no són dos,

ya no hay fragancias

que destilar,

rosas estériles

que no muriendo no existirán,

mejor tumba

que olvido.



II



En la arena de la playa

cuatro huellas,

se distancian

se separan y se acercan

se juntan y se desprecian

machacan orilla y espuma,

en la brisa de la tarde

dos figuras altaneras,

dos sombras adiós se dicen

ya ni se recuerdan

la marea se ha llevado sus promesas.




III



​

Voy paseando y te miro,

calle abajo se despide tu aura

y me acomodo en mi adaptado

conformismo,

huelo tu mensaje silenciado,

ambientando

mis oidos,

tu piel esperando un regreso,

afrutado en una primavera

de mentiras casi autenticas,

ya no soy ,ya no hay amor

soy un eco que nunca fuí

ni quise haber sido.







IV
​

El sofá era el campo​

de batalla del aburrimiento,

las horas mataban el tiempo,

una tele era la estrella

invitada a aquel desconcierto,

la rutina ofrecía su beso secreto,

y las ternuras de antes ,ya solo lamentos,

la seguridad del amor

se cobraba su precio,

cualquier matrimonio feliz,

ya no hay amor,

solo gastados momentos.



V


​

Jerez fino sobre la mesa,​

un menú humeante al lado

de un búcaro de flores en un mantel,

dos señores con pluma sin ser palomos

¿o si?,

reproches amanerados

y miradas de ajena curiosidad,

¿era orgullo o hastío gay?

en su papel de macho

el cachas saca pecho,

y el otro,la fémina,

le recrimina,

ya no hay amor,

murió La Pantera Rosa.




VI


​

Eva pillada in fraganti

con la serpiente ,

Adán no da crédito a sus ojos,

en su propio Edén,

la adúltera lo intenta calmar

con una manzana,

él se tapa acomplejado

con la parra,

mientras el reptil huye

arrastrándose como una víbora,

Dios que está en todo,

prudente

a esto le resta importancia

pero el daño ya está hecho,

ya no hay amor,

solo cuernos en el Paraíso.​

©ALFONSO NIETO CARRETERO

​

​

 

La rutina es mala y provoca la deserción del amor. Cuernos hay por todos lados, ni el sombrero te puedes poner...
Pasado el duelo, corre a la noche con sus luces tentadoras...El infierno está en la Tierra.
Un placer leerte.
Saludos cordiales
Matilde