Los últimos destellos del ocaso

Languidece la tarde somnolienta,
en el muelle, sentada,
espero con los ojos entornados.

Juega el sol a esconderse entre las ramas,
como un niño que oculta
sus estelas doradas
observando curioso
la secreta escapada,
no sé bien si es un sueño
el que hoy viene a buscarme, o el fantasma
de un ayer que regresa,
ya navega mi mente por tus aguas,
entre verdes rincones, en silencio,
se pierde mi mirada en tu mirada.

Los últimos destellos de este ocaso
son esquirlas sagradas,
de pasión que se inmola
en la tarde dorada.
Anochece, y las sombras
me devuelven las alas
de poeta nocturna
que se adentra en la nada.
¡Qué escalofrío, amor!
Llevaba el verde muerte en las entrañas.

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Siempre que te acercas a leer me dejas ese sentimiento de profundo agradecimiento, por mirar muy dentro en el corazon del verso por es elegir aquello que lleva los mejores matices.
Gracias Sergio
Isabel

 

Ún comentario tan lirico, como tu poesia, un verdadero lujo, gracias por algo tan hermoso, que dice tanto, y de forma excepcionalmente bella. Me siento afortunada, gracias.
Isabel

 

Si, asi es mi querida Eva, en esos versos que señalas, hay alguna pincelada lorquiana, del verde, verde, verde, de nuestro Lorca.
Gracias por la generosidad que me dejas en tu huella.
Un abrazo.
Isabel

 

Querida Camy, un lujo de comentario el tuyo, qué bien has expresado y comprendido mis versos; me dejas la excelente huella de tu generosa impresión.
Gracias, muchas gracias.
Un abrazo con cariño.
Isabel

 

Estimada Guadalupe, gracias por estas generosas palabras que son un estimulo.
Un placer tu visita.
Besos
Isabel

 

Gracias de nuevo Camy.
Un abrazo desde este este lado del Atlántico.
Isabel

 

Sublimes versos donde se puede sentir la sombra creciente en el crepúsculo. Todo el poema es una divinidad pero el cierre es soberbio.
Verdadero placer disfrutar de buena poesía.
Felicidades Libélula.

 

Estimado Luis, mi mas sincero agradecimiento por acercarte a este pequeño rincón de mis verso, por tus palabras que son un verdadero estímulo para el deseo de seguir escribiendo, que a veces, bien sabes que se viene abajo... Gracia por las hermosas palabras que me dedicas.
Saludos cordiales.
Isabel

 

Hola, qué alegría tener tu visita, gracias; me alegra mucho que estés entre nosotros y tu generosa huella en este espacio.

 

Mi querida May, gracias por acercarte, por esas palabras cálidas y generosas que siempre dejas en tu generosa huella.
Un abrazo.
Isabel

 

Querida Lourdes, eres una mujer con una sensibilidad exquisita, eso que me dices me emociona a mi, porque has captado la emoción que llevan, y eso es mucho, mucho.
Un abrazo y gracias por tus bendiciones.
Isabel

 

Apreciado Sergio: gracias por tu cercanía y por tus palabras, esperanzadoras. Si, a veces se muere para renacer. Aunque morir cuesta.
Saludos, Sergio
Un abrazo
Isabel

 

Mi querida amiga, cuanto sabes de libélulas, de la vida, de las nadas que nos engullen... y qué fuerza tienen tus palabras. Gracias.
Un abrazo.
Isabel

 

Abrazo, Sergio.

 

Gracias Andreas, por tu lectura y tu amable huella.
Un cordial saludo.