Por sentirte, al leer, algo mejor

Por sentirte, al leer, algo mejor

Prefiero para ti el itinerario
que tenga en la palabra lo bastante,
tal vez, sin la metáfora impactante,
huida del exceso lapidario.

No quiero destilar del diccionario
esencias de perfume mareante,
que no debas ponerte ningún guante
por algo que saqué del anticuario;

tampoco de sí mismo poseído
el verso que se mira sin pudor
y al cabo nada es para tu oído.

No necesita afeites el candor;
si acaso me acerqué solo habrá sido
por sentirte, al leer, algo mejor.
​

 

Querido maestro: Estos versos tuyos, llenos de verdad y plenos de sentido, vienen a acompañar magníficamente a mis letras que salieron de una reflexión que me ha ocupado últimamente sobre lo que es la poesía. Leí hace tiempo una cosa referente a lo que la poesía supone. Eran las palabras de Juan Bautista Bergua, editor del excelente libro "Las Mil Mejores Poesías en Lengua Castellana". Decía él que la poesía es de entre lo más hermoso del mundo, quizá, la manifestación más alta y noble de la estética y la espiritualidad, ya que, ella, deleitándonos, llena los fines más preciados y útiles: nos enseña, nos conmueve, nos hace pensar y sentir, nos dignifica y nos vuelve mejores. Decía Bergua que esto es así si su bondad y hermosura la hacen digna del nombre de poesía. Pues bien, eso era precisamente el motivo de mi reflexión. Otra cosa que he leído últimamente es que la expresión escrita cuando se acerca tanto al fin que persigue que casi se funden el medio, la palabra, y el fin, entonces adquiere por sí misma esa hermosura a la que hacía mención el editor del que te he hablado. De manera que el verso que no se mira a sí mismo sino que atiende a su fin de expresar, sin lo superfluo, podría ser el mejor verso para que al lector le produjese esa sensación de ser o estar algo mejor. Eso es lo que quise decir en el poema que tan amable y certeramente me has comentado con tu delicado soneto, que viene a decir lo mismo que acabo de expresar, pero con la pericia del maestro en catorce versos. Te agradezco enormemente que hayas dedicado una porción de tu valioso tiempo a este hermoso comentario que me dejas, otro motivo de satisfacción para mí.
Recibe, un abrazo fuerte, siempre desde la admiración que te profeso.
Salva.

 

Si es como dices, mi opinión, querido Marcos, es que eso precisamente es lo que distingue al maestro, que ejerce su magisterio siempre, incluso sin pretenderlo.
De nuevo un fuerte abrazo.
Salva.

 

¡ Bello y grandioso ! Ha sido un placer leer bajo este árbol fresco y una taza de café, este soneto que nos comparte su distinguida pluma...

Poeta, le envío un cordial saludo hasta el recinto poético,lugar de inspiración para sus obras!!!

Bellos Soles y Bellas Lunas!!!

 

El maestro lo es por lo mucho que sabe, pero además, por lo que admite que aún no domina bien.
Es decir, le faltan muchas piezas, en su Puzzle o rompecabezas.
Sea un arte, un deporte, una ciencia o una nación.
Y por ello, si quieres aprender, enseña.
Como enunció Cicerón, en Roma.
Y a ti, ¿ Qué país del mundo te falta por estudiar ?
Me refiero a...





Sin perdón ni castigo.
Sin condena ni culpa.
Sin prejuicio ni gesto altivo. ¿ Por qué lo hizo ? ¿ Qué necesidad satisfizo ? ¿ Acaso quiso rizar el rizo ?
Tan sólo, la fruta y su pulpa.

 

Muy agradecido a usted por estas consideraciones para con mis letras, estimada compañera. Celebro que hayan resultado ser de su agrado.
Reciba un saludo muy cordial que va hasta sus praderas.
Salvador.

 

Muy agradecido, por este comentario, estimado Nommo; has hablado muy certeramente de la figura del maestro. ¿Tal vez Sheldon Cooper, frente a Leonard Hofstadter se desprende de las metáforas superfluas?
Saludos cordiales.
Salvador.

 

O se desprende de la pasta dentífrica fluorada, en un sentido alegórico, porque a muchos, les hace perder los papeles, dado que calcifica la glándula pineal que hay en el cerebro. Y no queremos una ceguera colectiva, según la retrató José Saramago, ni tampoco un Apocalipsis Zombie. ¿ Verdad ? La glándula pineal es, por muchos, denominada " el tercer ojo ".

 

Ignoraba yo esos efectos adversos de la pasta de dientes fluorada sobre esa glándula tan importante para nuestros descansos.
De nuevo muchas gracias, estimado compañero.
Salvador.

 

Magnífico soneto, Salvador. Cuánto de cierto en todo lo expresado y cuánto me falta a mí!
Un placer enorme volver a leerte.
Un fortísimo abrazo.

 

Muchísimas gracias, querido Ángel, por esta compañía amable de tu comentario. Celebro que estas letras sean de tu agrado.
Con un fortísimo abrazo.
Salva.

 

Bueno, a mí también me gustó tu poema, Salvador, lo que ocurre es que nací para poeta ''maldito'', que ni entiende ni se entiende, ni ay! se hace entender correctamente. En fin, un saludo!

 

De manera que ese beso
que no se mira a sí mismo
sino que atiende a expresar,
sin lo superfluo del mimio,
podría ser el mejor verso
para que al lector inmerso
le produjese esa sensación
de soplar y lanzar a traición,
de ser la razón de un guiño.​

Otra vez lo haré mejor.

 

Celebro que así haya sido estimado compañero. Dices que poeta "maldito", ¿no será por huir de lo obvio, de eso obvio que mata a la poesía? Muchos buscan oscuridad para dejarla en sus versos y algunos hacen con esa oscuridad algo verdaderamente hermoso.
Muchas gracias, por esta amable compañía del comentario.
Un muy cordial saludo.
Salvador.

 

Lo haces muy bien, querido Fulgencio. Muchas gracias por el comentario amable de tus versos.
Con un abrazo.
Salva.