Soneto de cuna

Soneto de cuna

La noche es una tela en que la araña
brillante y circular llamada luna
se cuelga de los sueños por la bruna
memoria en donde crece la cizaña.

Un niño ensimismado por la extraña
materia iluminada está en su cuna;
no atrapa con la mano esa aceituna
que alumbra su deseo y que lo engaña.

Derrota, años más tarde, será el huevo
de aquella luna llena, como un triste
regalo de la infancia ilusionada.

Y es dentro de esa esfera donde un nuevo
engaño con su luz que ya no existe
recuerda la niñez exterminada.

 

Esa divina luz hipnótica nos envejece sin que nos demos cuenta. Otro abrazo.

 

La luna... cómo nos tiene.

Gracias y saludos.

 

De sueños se alimenta la luna, su esplendor nos regala letras. Así es que el niño en la cuna, la mira cómo a un tierno cometa. Y ahí está siempre para nosotros, hipnótica luz platina. Otro bello soneto de tu mano. Un abrazo.

 

No sé si hablas de la Luna e incluyes la cuna, me asusté de repente creí que tu poema tiene un doble mensaje.
De todos modos La luna influye en los estados de ánimo del poeta, en las mujeres y en cuantos seres sabe Dios
que influye en los mares, pleamares ect. Felicidades por el poema y gracias por apreciar los míos. Saludos cordiales.-