Los sones de la tarde

Los sones de la tarde

A la hora del ocaso,
cuando el día se hace tarde,
cuaja un sonido en el viento
que inunda toda mi calle.
Y siempre a la misma hora,
antes que la luz se marche
voltean unas campanas
con unos viejos compases.
Avisan de los oficios
que a punto de celebrarse
darán gloria a Jesucristo
y a su Santísima Madre.
Y el ambiente mortecino
parece que se acicale,
parece que se perfuma,
parece más elegante.
Y esas campanas, la brisa
la transforman en amable,
son los sonidos de siempre
que parten en dos mitades
la lentitud de las horas
con broncíneos mensajes.
¡Ay si algún día nefasto
las campanas no sonasen!
¿Qué sería de mi oído?
¿Qué sería de mi calle?
¿Qué sería de la brisa?
¿Qué sería de la tarde? ​

 

Muy lindo poema

 

Parece que has abierto el baúl mágico de tu mejor repertorio. Qué belleza
de poema. Está imparable compañero.
Cordialmente:

 

Hola, Lesmo , me ha dado gusto leer tu musical romance . Abrazo.

 

Muchas gracias, compañero Eban, por este acercarte amable y dejar tu hermosa huella.
Un saludo muy cordial con afecto.
Salvador.

 

Muchas gracias, Juan Pablo, por todas tus consideraciones.
Con un abrazo afectuoso.
Salvador.

 

Muy agradecido, querido compañero Iván por este acercarte a mis letras y dejar la amabilidad de tu comentario.
Un fuerte y fraterno abrazo.
Salvador.

 

Muchas gracias, estimada Elba, por este acudir a mis letras y dejar tu amable huella. Celebro que hayan sido de tu agrado.
Con un fraternal abrazo.
Salvador.