Pero después del cielo.

Estoy en una inmensidad de tiempo
que me separa de ti.
Una voluntad involuntaria
de persecuciones de acuarelas
que al final,
me hacen amarte más.

Pero después del cielo,
cuando ya no existe un milímetro de cielo,
cuando todo se hace difícil
y la soledad de los besos se hace grande,
siento que mis huesos se llenan de agua
solo de extrañarte.

Te extraño amor en lo pacífico,
amor en lo elevado del monte
que anda después de mis pasos
e inclina sus oídos hasta mis suspiros
aun sin escuchar mis sordos pasos.
​

 

CLARIDAD

Quedo estupefacto con el romanticismo candente que tu inspiración dibuja.
Claridad, cala hondo tu obra, horada la piel, y se aloja en el alma, bañando en pasión mi interior.
Bellisimo, un placer leerte.
Mi saludo.

LUCAS

 

Después del cielo hay infinito, y allí llegamos cuando un suspiro nos invita a volar en un vaivén entre la calma y la desesperación, entre la luz y la oscuridad, pero allí llegamos, seguro que sí.

 

Extrañar es sufrir una ausencia. Existir sin. Ausentarse del presente e irse lejos, así sea con el solo pensamiento.

Que la poesía siempre sea contigo, preciosa. Siempre.