Los pensamientos de Thomas Belek

La noche avanza lentamente bajo la ciudad iluminada. Por la rivera abundan sombríos callejones y bulevares indignos donde habitan seres indeseables.

Belek se siente extraño, ha caminado toda la noche no sabe bien porque motivo. Ha comenzado a ver con dificultad, de repente todo se vuelve difuso, percibe una sensación diferente dentro de su cabeza. Como si alguien o algo quisiera tomar las decisiones por él.

Sus ojos sin embargo registran intermitente una distópica imagen ciberpunk del lugar que atraviesa, todo parece formar parte de una postal con la quietud vitrificada oscurescente como valor agregado que ha cristalizado su visualidad.

Ingresa a un bar sombrío en un estado de letalidad insomne que va modificando todo lo que observa de manera incierta. Llama la atención de los parroquianos que no reconocen su rostro. Belek mira a los 5 o 6 habitués del burdel e intenta agudizar los sentidos dormidos del kun fu que alguna vez supo dominar a la perfección. De pronto logra ver miles de extraños deambulantes grises ligeramente transparentes. Estos seres parecen circular en distintas direcciones y siente que lo que está viendo podría no ser real. Intenta calmaerse y se sienta intranquilo y apesadumbrado, pide una copa y al pescibir el sabor oscuro a whisky, aquel lugar lóbrego se torna acogedor y la espacialidad demencial que lo ha hospedado por unas horas, lo ha resguardado de manera terapéutica. Despierta entonces dentro suyo una auto vehiculización experimental, con la que buscará profundamente el interruptor emocional que gestione en su cabeza el tan ansiado control de ilusiones.

A partir de hoy, ha decidido perseguir las esporas psico rítmicas que están liberando fragmentos y partículas de pensamientos suyos aerolizados en micro émbolos invisibles con destino inseguro, independizando sustancias mecano surrealistas, que manejan impotencias estructurales del inconsciente.

Thomas Belek sigue sin entender su propio lenguaje y comportamiento.

Su percepción ha descubierto el plan macabro que tiene una fracción de su mente, precisamente la independencia de una horda de pensamientos rebeldes a punto de escapar de sí. Entiende entonces su descontrol y desconfiguracion mental. Ya que los pensamientos lo han planeado todo al detalle. Intentaron ganar tiempo llevando confusiones a su cabeza.

Habrá que restringir todo rigor de evasión de estos antiguos malestares mentales, que han retomado su expectativa de fuga por los drenajes canalizados del sistema nervioso, remitiéndose al contacto exterior, atravesando alguna de las ciento de pústulas faciales en proceso de dilatación.

La cilindricidad venosa es imperfecta y esto lo saben tanto los pensamientos como la mente, así que seguramente las reflexiones han trazado un certero plan, estudiando la circularidad de la disposición liquida, debido a las indistintas imperfecciones geométricas, la angulación del terreno podría ser hostil.

Será un viaje siniestro la empresa que intentan los pensamientos, pero su motor es la ansiedad misma del escape.

Thomas Belek toma otra copa de whisky mientras recapacita en vos alta.

¡Tengo que pensar en que solo es un dolor de cabeza, no existe tal guerra de pensamientos!!!

En ese preciso instante se le revienta como por arte de magia, un granito con pus en la cara. Toma un pequeño hilo de sangre de su rostro con algo de pavor y mira fijamente la secreción nívea buscando rastros de algo que no sabe que es…

 

Oh cielos!!, no quiero ni imaginar el resultado de lo que aún ignora...

Abrazos Tyngui. Siempre es un placer aterrizar por tus lares.

Palmira

 

Querida amiga y compañera Palmira. Agradezco de corazón toda la buena vibra que generas con tus comentarios!!!