La tarde

La tarde

Toda tarde,
voluminosa y con temple,
con tu distancia
de tres a cinco pasos,
de tomar un taxi
por aplicativos,
de meterse una duermevela
y tocar tus pies.

Hoy la tarde,
nace precisa después del baño.
La laptop y la sopa,
y la melancolía a nado
bajo un cielo raso.

Ya conversé más de una hora contigo,
no retengo más las ganas
de decir, que flor de loto ha crecido
en mi ombligo,
que filosofía absurda y feliz
he aprendido con los años.

Prometo hacerte el amor
y meterme a ese cursito online
de derecho comparado,
pero sé que solo voy a cumplir una
de ellas, aunque en ambas
ponga en riesgo los dedos y las pupilas.

Esta tarde
que se presenta como un telón
de teatro al aire libre,
donde dos funcionarios
del Estado
pueden ser los tipos más enamorados,
donde el único cisne
que conozco es de los Commodores,
pienso que puedo vivir
de las letras,
y mejor aún,
construir una casa.

 

Se nos está otorgando algo de tiempo para realizar tareas pendientes pero el derroche no es fácil de doblegar. Un saludo, Bartleby.